IX

Quizás el verdadero amor sea una decisión; La decisión de jugártela por alguien, de entregarte a alguien sin pensar si te va a corresponder o si te va a hacer daño, o si será el amor de tu vida. Quizás el amor no es algo que te ocurre, quizás sea algo que tú escoges.

domingo, 28 de diciembre de 2014

PLACERES

Un cruce de miradas entre decenas de personas
El poder de detener el tiempo
La magia de tus manos, otra vez
Redescubrir todos los rincones de mi cuerpo
incluso los que creía que no estaban
Una ducha de agua caliente
Encontrar huecos fríos entre las sábanas
Tus sábanas

Querer llorar de gusto justo en el momento exacto
antes de llegar al orgasmo
Tu orgasmo

Las caricias
Las miradas
Las sonrisas
Los mensajes
Las llamadas
Respirar profundo
Reir a carcajadas

Confiar en ti, pero de verdad
Las noches que siempre acaban bien
Los susurros sinceros estando dentro de mi
Hacerme la dura a pesar de saber
que estoy hecha de plastilina
No conseguir engañarte

Que me conozcas
y aún así te encante
Y que me encantes
Que me encantes hasta la luna
ida y vuelta
Y que me encante verte mientras duermes
y acariciarte el pelo
y los brazos, y el pecho, y la espalda
Y el alma

Los planes de futuro
Los sueños
Volar 
Las risas con amigas
las confidencias
la Coca-Cola
No quererte nunca más fuera de mi

Terminar el año bien
Empezarlo aún mejor
Morir de gusto
El placer
el sexo
el amor
la amistad
pero la de verdad
la familia

Aprender a dar las gracias
y a pedir perdón
crecer
Contigo

La primera vez que
La última vez que
La felicidad
La primera persona del plural
Lo innombrable
y aún así memorable





lunes, 22 de diciembre de 2014

Casual.

Bonito como tú. 
Puedo pasarme toda la vida a tu lado sin ponerle nombre si quieres. 
Casual como compartir una cerveza, como mirarme desde la puerta mientras me cepillo los dientes, casual como viajar juntos, como besarte sin miedo.
Casual como planear un viaje importante sin decir que lo es. Como tener un hueco libre para preguntarme qué tal. Y acordarte de mi siempre.
Casual como decirme un contigo que puede serlo todo. Y una fotografía que puede decir todavía más. Casual como verte reir y reirme contigo. 
Casual como haber encontrado la suerte en un rincón detrás de tu magia. 
Casual como terminar el año bien. Y tener esperanza de que el nuevo sea mejor. Y juntos. Y siempre.
Casual como seguir mirándonos y queriéndonos sin ponerle nombre para no gafarlo.

lunes, 8 de diciembre de 2014

A voces.

Hace un siglo que subíamos las escaleras al cielo pensando solo en cuál era la opción más rápida de quitarnos la ropa. Y ahora te paras en la puerta del baño y me miras mientras me depillo los dientes.

Cuando caminamos y sin motivo me das un beso en la sien.

Y luego vas de duro. Y yo. Y qué coño hacemos intentado no ser si somos desde el primer día. Que al final después de tantas camas acabaremos en la de siempre, porque después de todo, no hay abrazos mejores. 
Podría dormir culo con culo a tu lado toda la vida. Y puedo volverme muda o gritarlo a los cuatro vientos. Contigo puedo respirar hondo, partirme de risa, llorar de alegría, saltar, bailar hasta que me sangren los pies, contigo puedo ser la más feliz. Y quiero. 
Quiero quererte mucho y muy fuerte. Como lo hago, pero a voces.

martes, 2 de diciembre de 2014

Ganas de tí.

Hoy soy yo la que tiene ganas de tí.
Me he levantado pensándote como antes y soñándote como siempre
y me he acurrucado a un lado de la cama jugando a que estabas a mi lado
Cuento los días para que me acaricies la espalda 

Hace unos meses volviste a romperme y he construido mi fuerte
Voy de dura por la vida a pesar de ser más blanda que el pan de molde
pero suele funcionarme casi siempre con casi todos
aunque puede que seas una vez más la excepción que confirma la regla

Puedo ser muy dura y pensarte desde lejos
uno no quita lo otro...
puedo quererte infinito y tenerlo guardado muy en el fondo

Lo increíble de todo es la dependencia que tenemos desde el día uno
lo épico de nuestros encuentros,
los mensajes que no dicen nada y lo dicen todo
los gestos
Lo increíble es que sigamos así de cerca y de lejos tanto tiempo después

Lo increíble es que me pienses y te piense y no lo digamos por miedo
el mismo miedo que nos hace no decirnos nunca adiós
y volver a llamarnos siempre porque al final no hay abrazos mejores
Lo increíble eres tú, y lo que haces conmigo
Lo increíble es que me hayas enseñado la magia, y me haya enganchado a ella...

martes, 25 de noviembre de 2014

With you.

7:30h
El único capaz de mover montañas. Al menos, las mías. Por el único que me sorprendo haciendo locuras. Es que locura es él, desde la primera mirada. Con él siempre magia y miedo, miedo y magia. Y la loca, yo.

7:54h
La que es cabezona y no loca ha venido para decirme que la he cagado pero bien. Y desconfía. Y prefiere no volver a fiarse para que no le peten el trasero, que duele. Pero este billete es solo de ida.

8:38h
Paz. Sueño.

9:28h
Decepción.

10:56h
No sé si morirme o matarle. Mejor matarle. Y lo peor es seguir confiando en que sea bonito. No me jodas por el culo, que duele.

17:25h
Carbonara

20:11h
Bailar con lobos, acierto. De los que te cogen y aquí y allá, vuelta. Contra la pared. De rodillas. Encima. Debajo. Por delante. Por detrás. "Que me arranque la ropa, que me tiemblen las piernas".

7:00h
Hacer el amor también es bonito. Aunque luego durmais culo con culo. Que te quiten lo bailao, que las caricias que arden ya son tuyas para siempre.

De repente un día estás compartiendo algo y joder, qué alegría, qué vértigo, qué todo. Ay.

viernes, 14 de noviembre de 2014

Ven ahora y para siempre

Cállate ya
deja de decir estupideces

Ven
a taparme la boca
a dejarme sin palabras
a dejarme sin aliento

Ven
a morderme el alma
a calentar mis sábanas
a detener el tiempo

Solo ven
como siempre
como nunca

Ven
a atraparme contra la pared
a recorrer toda la casa

Cógeme en volandas
a un lado
y a otro

Ven
para dejarme vivir
de momentos 
no de recuerdos

Vuelve
aquí
ahora
para siempre
desde siempre

Quererte así,
tan aquí
tan ahora
tan como nunca
tan para siempre...
 
 

sábado, 8 de noviembre de 2014

Él.

Él, que fue aquel primer rayo de luz después de la tormenta.
La primera sonrisa después de tantas lágrimas.
La felicidad en unos ojos. La magia en unas manos.
Él, que consigue hacerme un nudo en el estómago con solo mirarme.
Que sabe erizarme el bello de los brazos con una caricia. Incluso con un empujón.
Que sabe hacerme un nudo con las sábanas para que no me pueda escapar.
Con quien tengo el poder de parar el tiempo.
Los besos más dulces. Y más duros.
Él, que sabe cogerme con un brazo.
Que deja el otro libre para tocarme de arriba a abajo. Y de abajo a arriba.
Que busca todos los rincones de mi cuerpo para hacerles felices.
Ahora también,
Él, con quien supe que sí pero no. Que ni contigo ni sin tí.
Que bonito estando lejos y ocupado cuando es al lado.
El primero con quien tuve miedo de lanzar la moneda, por querer que fuera siempre cara.
Por quien he escrito hasta llorar. Quien me ha regalado más sonrisas antes de dormir.
El primero con quien no he sabido decirme adiós por miedo a la despedida.
Una de cal y otra de arena.
El que decía que no quería nada serio, y me encantaba.
El que trajo la locura a mi vida. La esperanza. La ilusión.
Con quien he compartido mis triunfos. Y el que se alegra de ellos.
Al que le gusta mi piel. Y del que me gusta su piel.
El que cumple años en negativo. Y está llegando a los quince.
Él, que no se entiende a sí mismo. Y al que yo nunca entenderé.
El que me hace preguntarme los por qués de cada paso.
Por el que quiero todo. Y nada.
El que ha hecho que guarde en secreto mis mejores recuerdos.
Mi historia. La más bonita. Jamás contada.



 

Renovarse o morir.

Llueve, y como siempre no a gusto de todos. 
Descubrimientos de fin de semana.
Suelo cansarme de todo y de todos a menudo.
Era privilegiado por haberlo evitado. Hasta hoy.

Nunca es demasiado tarde si luchas por lo que realmente quieres,
MENTIRA.
Vivía en una estación por la que siempre pasaba el mismo tren, una y otra vez.
Unas veces llevaba unos pasajeros, y otras otros, pero siempre pasaba al fin y al cabo.
Y pedía permiso para hacer parada; unas veces podía parar, y otras se veía obligado a pasar de largo.
NO POR GUSTO.
Y creía entonces que ese tren siempre pasaría, una y otra vez; pero no.
EQUIVOCADO.
Han cambiado las vías. Han modificado las rutas.
El tren quiere seguir pasando pero el maquinista quiere cambiar de paisaje.
Se ha cansado de siempre la misma ruta, con las mismas curvas y las mismas paradas y es él quien manda, quien guía, quien conduce.
Y ha dicho basta.
RENOVARSE O MORIR.

miércoles, 5 de noviembre de 2014

Auuuu.

Que los vampiros están bien para un rato; pero al final, los que te calientan los pies son los de siempre. Y yo he sido más de licántropo de toda la vida. De luna llena, calorcito, y amor, mucho amor.

Llueve.

Las nubes están devolviéndonos con mala leche la de días que nos ha tostado el sol.
Llueve, y las aceras están mojadas. 
Todas las noches las mismas ganas.
Buscarte como siempre, como cada noche desde hace tanto. Hace no demasiado que comprobamos que el tiempo pasa. A veces echo de menos las mañanas locas en las que siempre acabábamos bien. 
Llega el frío, y con él las ganas de retorcerme entre tus sábanas.
Calentarnos despacito. O rápido. Qué más da.
Puedo empañar el cristal con mis ganas. Dibujar corazones de todos los tamaños o escribir mensajes bonitos con pintalabios. Puedo hacer muchas cosas, pero necesito antes que me quites este frío. Que me vuelvas a tener entre tus brazos porque contigo puede ser verano cualquier invierno de estos.

viernes, 31 de octubre de 2014

La paz que da ver el mar...


La paz que da ver el mar
la misma paz que dan sus manos
Hace tanto ya
Y sin embargo

Por qué será que seguimos volviendo
a encontrarnos
a sentirnos
porque nunca nos hemos dicho adiós
por miedo a que fuera para siempre

La gente viene y va
y vivimos
pero vivimos volviendo

A la cama
a revolver las sábanas
a empaparlas
a viajar por la magia 
a parar el tiempo
a saborear el ansia 
que sabemos que hay
entre los dos

Son muchos días,
muchas noches ya
Las que hemos vivido
colándonos en los sueños
en los pensamientos
en los buenos días
y en las buenas noches

Y así seguirá siendo
porque hay cosas que nunca cambian,
porque nosotros no queremos
cambiar nada
 
 

jueves, 30 de octubre de 2014

Un polvo anual con tu pasado

Un tiempo para tí y para mí
para eso que nunca llegamos a terminar.
Porque hoy la música me pone triste
o porque sí.
Tú me acaricias como siempre
desde el escalofrío
y yo no pienso en si las hormigas harán planes.
No importa
porque nuestras pieles se conocieron
en un país extranjero
y mojaron sus pellejos en el Guadalquivir.
Eso hace que te lleve para siempre
como mío a mi espalda.
Contigo o sin tí.
Así que vete diciéndole a la de turno
que tienes un polvo anual con tu pasado
al que no estás dispuesto a faltar 
porque ya existía antes que sus manos.

sábado, 18 de octubre de 2014

+1

Parece que nunca avanzamos, que llevamos años quietos en el mismo punto, dando vueltas en círculo a lo mismo, el mismo rollo, que nos encanta. Pero resulta que al menos, ya ha incluido la palabra miedo en su vocabulario. Parece que está empezando a caminar... Y yo estaré aquí para verlo.

Que se joda el viento.

Definitivamente he comprobado que en esta vida existe el Karma. 
Que no hay nada mejor para conseguir algo que proponértelo. 
Que la actitud es lo más importante. 
Que el que la sigue la consigue. 
Que la paz siempre llega aunque tarde. 
Y que las heridas siempre cicatrizan aunque duelan.
Que para que te quieran debes quererte tú antes.
Que sonreírle a la vida solo trae cosas buenas. Y bonitas.
Que la vida puede ser muy buena también. 
Y que las cosas pueden ser muy bellas.
Que depende de los ojos con los que las mires.

PÓNTE EL MOÑO APRETAO SIRENA, QUE SE JODA EL VIENTO.


viernes, 17 de octubre de 2014

El tiempo todo lo-cura.

La de vueltas que da esta puta
Un día estás aquí y al otro ni se sabe

A mí, que me encanta bailar, que siempre fui más de lobos. Que siempre me gustó más un buen licántropo que el sabor férreo de la sangre humana.
Pero esta puta nos cambia a todos, no conozco a nadie inmune.

Recuerdo aquellos días que parecen tan lejanos. Como si hubiéramos vivido ya dos guerras mundiales y estuviéramos intentando recontruirnos por dentro y por fuera. 
Antes solía bailar bajo la luna. Cantaba en la ducha, me secaba las lágrimas de felicidad, sonreía.
Pero esta puta siempre trae tormentas. 
A veces entro en un túnel y no veas para salir. Tropiezo porque todo está oscuro, no veo nada. No siento calor. 
Vaho. Humedad. Escalofríos. Quiero salir. Angustia. Lágrimas. Corro. No encuentro la salida. Me paro. Me siento en una esquina y espero. No llega nadie. No hay nadie. Estoy sola. Me levanto. Busco la salida. Camino. Corro. Tropiezo. Y cuando creo que estoy condenada a la oscuridad absoluta, veo a lo lejos una luz. ¿De dónde viene?. Me acerco. Cuanto más avanzo, más grande se hace. La siento cada vez más cerca. Sigo caminando. Despacio. Tengo miedo. Prudencia. Me paro. Dudas. Recapacito. Continúo. La siento. La alcanzo. Ha vuelto el calor. No tengo miedo. Lo he superado.

Y lo bonito que es encontrar paz entre tanta guerra. Como alguien dice por ahí, el tiempo todo lo-cura.
Ahora hay camas que se hacen minúsculas. Imposibles para dos. Pero podemos colocarnos uno sobre otro para ahorrar espacio. Y podemos cogernos del pelo, y despejar el cuello, para clavar las perlas y sentirnos uno. Será que estoy perdiendo facultades, o que los lobos están ya vistos... O que últimamente no paro de ver colmillitos en todas partes.

Benditos sean los jueves de paz y amor. Y los viernes, los sábados y los domingos. Y por supuesto los lunes, los martes y obviamente los miércoles. Felicidad, qué bonito nombre tienes.


lunes, 6 de octubre de 2014

Adelante.

Increíble lo que algunas personalidades son capaces de hacer. 
Anulan hasta tus impulsos más puros.
Hay personas en este mundo capaces de absorber la energía de los demás;
la putada es que no se les ve. 
Deberían llevar un cartel que te avise, este es un chupasangre... pero no.
O también podría vérseles el halo negro que les rodea pero nada, es invisible.
Se ocultan entre los demás tan tranquilos y claro, cuando das con alguien así...
Te engancha. 

Un día abres los ojos y por fin ves la realidad. Estás rodeada de putadas.
Quieres huir pero tiene algo que qué se yo. Que ni contigo ni sin tí. 
Que con gente así es siempre una de cal y otra de arena. 
Y las relaciones enferman, y se ponen tan malitas que son casi irrecuperables.
Simplemente, mueren.

Como los que se aman haciéndose daño. Que están matándose sin darse cuenta.
Ya no sonries, ni estás alegre, ni feliz; 
tienes miedo de hacer y decir; 
de doler y que te duelan.
La vida se vuelve negra; ellos la vuelven así. 
Pero.
Siempre hay luz al final del túnel.
SIEMPRE.

domingo, 24 de agosto de 2014

Little things♥



El mundo, a veces, te sorprende con cosas bonitas;
Te demuestra que puede haber luz entre tanta putada,
que las cosas más sencillas pueden ser importantes,
que los pequeños detalles hacen grandes momentos;

Que puedes estar perdida y sin embargo, encontrarte.
Que puede haber más vida tras su ombligo,
aunque no quieras salir de su cama.

El mundo, a veces, te regala algo especial
una mirada, un suspiro, una carcaja;
Te enseña que la vida varía según los ojos del que la mire;
que puedes querer mucho y muy fuerte, y estar vacío
o quererle así, como sabes, y ser para siempre.


lunes, 4 de agosto de 2014

Every days of my life...

Todos los días de mi vida

Ser la chica que mejor te conoce
darte cuenta tarde;
Pero más vale tarde que nunca

Un último empujón 
hasta el fondo
cerrar los ojos de gusto
y abrirlos por fin para ver
además de mirar como siempre

No saber cómo decirle todo
sin decirle apenas nada

Que podríamos follar como locos
o tumbarnos a mirar las estrellas;
sin hablar
oyendo solamente sus palpitaciones
relajadas, por fin

Puede ser tan bonito cuando se relaja
cuando cierra los ojos 
sin preocuparle nada;
Nada que no sea acurrucarse sobre mí
sintiéndome cerca

Si él supiera...
Si yo le contase...

 



martes, 29 de julio de 2014

Volver a vernos

Y hemos vuelto a vernos.
A encontrarnos a hurtadillas,
entre cuatro paredes

Prometimos no volver a mirarnos,
y sin embargo;

Jugamos, otra vez, entre las sábanas
Bailamos como uno, como siempre

Como siempre que recaemos en este vicio,
que es nuestro y de nadie más

Caricias que sangran el alma,
querer;

Quererte a tí,
con la oscuridad que muestras a todos,
y la intensa luz con que me iluminas a mí

Tenerte sobre mi pecho,
jurar no volver a mirarte aunque estuviese viéndote
y sin embargo;

Sin embargo terminar acariciándote pensando en el siempre,
en echarle freno a ese reloj que suena de fondo. Tik, tak...

Verte, mirarte, observarte

Una vez más
los dos 
empapando las sábanas
perdiendo el aliento
amando ese momento
que es solo nuestro

Quererte por vicio,
y por nada más

Quererte por imposible,
por duro,
por desastre,
por caso a parte.

Quererte por ser tú,
por ser yo,
por habernos encontrado en ese puto instante.

Bailaremos hasta siempre, como nunca.
Un brindis por ello. Por el querer de una noche,
de muchas noches, de nuestras noches.

jueves, 3 de julio de 2014

Vernos.

Y volveremos a vernos.
Al otro lado de la calle,
al final de una taza de café
o cuando estemos durmiendo;
en una película,
en las letras de un verso mal escrito,
en el final de una triste historia
o al final de un orgasmo.
No sé dónde ni cuándo,
pero volveremos a vernos,
así sea a lo lejos;
pero volver a mirarnos,
eso ya es otra historia.

viernes, 20 de junio de 2014

Rincones que te sangran el alma.

Caminamos muchas veces sin sentido buscando encontrar a cada paso y damos de repente con pequeños grandes lugares, con rincones escondidos capaces de darlo todo sin nada a cambio.
Y te recuerdan a sus manos, y respiras profundo. Buscas encontrar sin respuestas pero entonces ahí estás, de nuevo, en sus manos. Recordarle por todo y por nada, sentirle cerca. Gracias por todo y por nada.


Y el cielo parece azul y el calor es inmenso; pero llueve. 

Las tormentas de verano que arrasan de un plumazo con todo; igual que tú. 

Y entonces el calor sale aún con más fuerza y no te deja ver más allá; igual que tú.

Qué más dan las penas y las distancias si a cada paso que das aparece algo capaz de devolverle a tu mente, de sentirle cerca; de quererle con sus sinsentidos.

Viva los rincones que devuelven el amor a tu mente; 

que te hacen sentir viva y muy cerca.

Viva las casualidades, el Destino, el amor con sentido e incluso sin remedio.

Viva las irracionalidades, las aventuras, e incluso los imposibles.

Un brindis por todos los rincones que te sangran el alma; igual que tú.

domingo, 15 de junio de 2014

Always nine

Dicen por ahí que eres de esas personas que necesitan todo y a la vez nada. Que sientes y notas como nadie aunque no reconozcas los suspiros; que los hay.  
Que te encanta bailar conmigo aunque no sea a menudo. 
Que nunca ha habido nadie tan. Tanto y tan nadie.
Y yo, que siempre he creido en los erre que erre. Porque alguien me dijo una vez que se debe luchar por lo que se quiere, que "el comienzo es siempre hoy". 
Y sigo así, queriéndote y queriéndonos; juntos. 
Cuando suena el teléfono y eres tú. Cuando se puede y cuando no. Cuando estamos tan cerca que las respiraciones chocan, cuando estamos tan lejos que el abismo se hace inmenso. Seguimos siendo nosotros aunque duela, aunque cueste, aunque haya aunques que lo quieran o que lo estropeen.
No importa que haya mar, o que no; que sea de mala muerte o el hogar. 
Todo pierde el sentido cuando es así. 
Dicen por ahí que entiendes aunque no lo digas; que miras. Que sabes todo aunque no lo muestres. 
Que recuerdas; que sientes; que amas.
Que al final estamos poseyéndonos el uno al otro no dándonos por vencidos. 
Porque nunca nos hemos dicho adios por el miedo a las despedidas, porque no suelen existir los no aunque no se pueda, no se quiera o no se deba. Porque siempre tendremos un hueco para el otro entre las sábanas de nuestra cama, porque siempre has estado y estarás. 
Por todas las sonrisas y las carcajadas sin remedio estamos aquí. 
Y espero y esperas, y al final estaremos.
Encontrándonos el uno al otro con la palma de las manos, a tientas de que eso es lo que amamos.
Y mientras tanto, el teléfono suena, o no, y yo así, desangrándome de ganas por tenerte aquí.

viernes, 13 de junio de 2014

¡Brindemos!

Lo de que el tiempo todo lo cura no es más que una invención absurda. No cura nada. Hay heridas que jamás cicatrizarán y otras muchas vanalidades de las que te olvidas casi sin querer.
El caso es que el tiempo puede ser un gran aliado o tu mayor amargura. Y aquí, el tiempo, ha conseguido poner las cosas en su sitio porque eso sí que lo consigue.
Con el tiempo nos hemos dado cuenta de que todo lo que vivimos fue real. Incluso los más pequeños detalles cobran ahora toda la importancia que siempre se merecieron.
Al final los ojos se han abierto y joder, ¡qué bonito todo!

Un brindis por todas aquellas noches que me dormí sonriendo en silencio. 
Por los cigarrillos sin terminar, por los de después y por el del final. 
Un brindis por todas las horas que me pasé mirándole mientras dormía
tan frágil, tan bonito. 
Por todas las locuras que he hecho sin habérmelo propuesto. 
Un brindis por el único que ha conseguido desestabilizarme y volverme loca. 
Por el que he hecho de todo y de nada. 
Un brindis por las madrugadas enloquecidas, por las mañanas de despedidas. 
Un brindis por los viernes que siempre acababan bien, 
por los sábados de corazones encogidos. 
Un brindis por los viajes que he hecho y por todos los que me he imaginado. 
Por mis ganas. 
Un brindis por las caricias, los besos y los palos. 
Por el sexo. 
Un brindis por las palabras; por sus ojos, por sus manos. 
Un brindis por sus filas, por sus fobias; por sus miedos. 
Un brindis por todos los momentos que hemos vivido 
y por lo que viviremos; 
Por las cagadas, las putadas, las piedras en el camino; 
Un brindis por haber estado cerca SIEMPRE; por seguir estando. 
Un brindis por el sueño inalcanzable de tenerle, 
por la ilusión de conseguirle, por la fuerza del querer. 
Un brindis por él; y por mí.

viernes, 6 de junio de 2014

Cada día entiendo nada.

Lo que le gustan los caprichos al Destino.
Llovía como siempre por aquel entonces. El cielo era del mismo gris del que se teñía mi alma y la pena era tanta que. Sin embargo. No hay nada que un par de chupitos no solucione.
Alcohol. El amigo de los pobres.
Pensaba que aquello era bonito pero no tardé en descubrir que el bonito era él.
Y después de más de mil doscientos días, con sus veinticuatro horas eternas, andaba recorriendo una vez más la Ruta del Cantábrico, esta vez con la misma ilusión del primer día.
Y me cago en la puta. Qué dolor más extraño cuando los kilómetros son tantos que resqueman con solo pensarles. Quizás podríamos pasarnos la noche bailando como solo nosotros sabemos. Pero eso debía ser lo sencillo. Y no hay nada fácil entre sus manos.
Ojalá esas sombras se vayan a la Conchinchina y nos den un respiro. Quizás luego el cansancio sea mayor que nuestras ganas, pero qué bonito sería descubrirlo.
Cada día entiendo menos. Cada día entiendo nada.

sábado, 31 de mayo de 2014

MI. VEN. CONMIGO.

Yo, que hablo hasta cuando callo. Que hablo incluso sin decir nada. Con los ojos, con las manos.
Él, el único capaz en este mundo de locos de dejarme sin palabras.
Verle. Morir.
Sentirle cerca.
Creo que podría ser todo tan sencillo que. Y sin embargo.
No hay nada sencillo a su lado porque no hay nada más complicado que él.
El único capaz de dejarme sin aliento y devolverme a la vida a la vez. De mostrarme que existo y hacerme desaparecer a partes iguales.
El único capaz de desestabilizar todo mi mundo. Que me muestra que con él nada es posible y todo significa algo. Que se puede leer entre líneas aunque a veces no tenga sentido.
El único capaz de joderme viva y rodearme de putadas.
El único capaz de ponerme el vello de punta. Con el que puedo reír a carcajadas y por el que podría llorar hasta agotar el 65% de mi cuerpo en agua.
Qué más da el mundo si le tengo a mi lado.

Llueve. Y podría no llover y a penas me daría cuenta. Por él vendería un riñón, incluso los dos si me aseguraran que podría seguir viviendo. Con él me perdería día tras día entre las sábanas y me correría de pura felicidad.
Correrse. Menudo invento.
El mundo lleno de putadas y mi mayor putada, sus ojos.
La magia de sus manos. Creer morir solo con verle y sin embargo saltar porque no hay cuerpo que aguante tanta felicidad.
La felicidad. Tan ansiada y tan lejana.
Yo no sabía de qué hablaban los que preguntaban por la felicidad hasta que vi sus ojos y entonces.
La felicidad es perderme entre sus manos. Revolver las sábanas hasta perder el aliento y recuperarlo juntos. Es su pecho en mi cara como almohada. Es la forma en la que me aparta el pelo de la cara, en la que me besa, en la que me habla.
Son sus antojos morbosos y mis ganas de querer saciarlos. Es ver cómo se detiene el tiempo cuando estoy sobre él, y lo rápido que pasa después. La felicidad es que los kilómetros que nos separan se conviertan en nada cuando pienso en él.
Quizás la felicidad tenga nombre y apellidos.

VEN. Ven y quédate. Vamos a pasarlo bien.

jueves, 15 de mayo de 2014

Temblando.

Hoy sé que mis palabras no lo saben y tal vez, tal vez sea mi primera vez. 
Hoy sé que mi vida te esperaba y ya me ves, ya ves, poco a poco lo diré, que hace tiempo que el reloj no se paraba, que las risas no callaban, que no entraba tanta luz...
Hace tiempo que creía que no podía ser. 
Estoy temblando de pensar que ya te tengo aquí a mi lado, y prometo no soltarte de la mano, ahora sé que ya tus pasos son mis pasos...
Tal vez no hay manera de entenderlo y ¿sabes qué? Hoy sé que contigo puede ser. 
Ya ves, la distancia se hace corta, esta vez se fue todo aquello que no fue.
Que hace tiempo que el silencio no me hablaba, que mis labios no besaban, que no había tanto en mi.


Ayer.

A veces me sorprendo a mí misma. Suelo dejar pasar el tiempo mientras busco un momento mejor y así pasan los días entre calada y calada.
Me escondo entre el humo ahogando recuerdos. A veces, se me ilumina la mirada. Pongo ese gesto  especial que solo significa una cosa: va a pasar algo.
Y pasa.
Me encuentro de repente haciendo algo que nunca creí que haría. Soltando lindezas por esta boquita y sobreviviendo al nudo que se me pone en el estómago cuando hablo de él. Con él.

Escuchar notas de audio antes de dormir para revivir los momentos. Sonreír en silencio aunque sea a base de reconstrucciones. Sentirle cerca aún estando lejos.
Qué más da el tiempo que pase si él nunca se irá de aquí dentro. Y parece que fue ayer... 

miércoles, 14 de mayo de 2014

Pequeños (grandes) placeres de la vida.

Sonreír estando en silencio, escuchar música con los ojos cerrados, mirar al cielo, ponerle formas a las nubes, el olor del perfume de esa persona, escuchar una canción y recordar justo aquel momento...
Conducir mientras llueve, que se esa persona ponga su mano en rodilla, un abrazo, el olor a humedad después de una tormenta de verano, pasar las hojas del calendario, el cosquilleo de los cinco minutos anteriores a una primera cita, encontrar nuevos huecos fríos entre las sábanas de mi cama.
Un beso en el cuello, recibir un mensaje inesperado, el olor a libro nuevo, que se te rompa el piquito del cucurucho del helado, arrascarse un ojo cuando más te pica, un orgasmo. Pensar metido en la cama, las manos de un abuelo, los sugus azules. 
Llorar de risa, comer los lacasitos por colores, el olor de las manos recién lavadas. Pasar una noche con él y descubrir horas después que hueles a él. Mirar el mar, el día antes de un viaje. Mirar por la ventana la lluvia mientras estás en casa calentito. Las campanadas de Noche Vieja. Mirarle sin que te vea, los primeros copos de nieve del invierno, cruzarte con él por la calle. 
Que te susurre al oído te quiero, un baño de agua caliente con espuma, el primer día que te pones chanclas del verano, el sol, mirar las estrellas, ver cómo pasa el tiempo del reloj, darte cuenta de que esa persona también está enamorado de tí. La primera vez que hacéis el amor.
Comer los hielos del café, ver cómo los niños juegan a lo que jugabas tú, aprobar un exámen, pasear cogidos de la mano, intercambiar el bocado de un bocadillo, rascarse una picadura, pasar un domingo en pijama, una carta escrita a mano, hablar con una persona que hacía tiempo que no veías, ver cómo se derrite una vela, bañarse en el mar...
Ver la luna desde tu ventana, brindar con champán, soplar las velas de la tarta de cumpleaños, escuchar música mientras viajas, la última frase de un libro, una corriente de aire frío en un día caluroso, una ducha fría después de hacer deporte, tatuarte, los fuegos artificiales.
Los dibujos de un niño, contar anécdotas, besar lentamente, hacer pompas con un chicle, lamer la tapa de los yogures, pisar hojas secas, el viento del otoño, el olor a coche nuevo, pisar solo la zona blanca de los pasos de cebra, ver cómo se disuelve una pastilla efervescente.
Oír hablar a alguien extranjero, mirar el fuego, volver a comerte un frigopié, montar en avión.
Sus manos.

martes, 6 de mayo de 2014

Inlove.

Hace ya mucho tiempo, quizás demasiado, comencé a escribir sobre algo que me había devuelto a la vida y me ahogaba a la vez. A veces, cuando ningún lobo me calienta los pies, me pierdo entre los recuerdos y le veo ahí, acostado a mi lado, mirándome con esos ojos que hielan cualquier alma. Me mira tan intensamente en mi memoria como cuando sucedía; cuando me despierto su lado y me da por cantar. Lo bueno de las palabras que no se dicen, es que quedan plasmadas en papel. Menudo triunfo el negro sobre blanco capaz de recordarlo todo. Leo cada sílaba despacio, tratando de revivir todo aquello de nuevo, y me sorprendo negando con la cabeza cuando me doy cuenta, de pronto, que ha estado aquí. Al final, después de todo, siempre ha estado aquí.
Cuando quise contarle algo, lo hice. ¿Qué le importaba a él? Nada, pero yo debía contarlo y él debía escucharlo. Y cuando estuve a una milésima de segundo de tirar la toalla, ahí estaba también, para decirme que no, o para no decir nada. Porque es que no tiene que decir nada para hacerme vivir.

Hay personas que con solo una mirada son capaces de contarle al mundo todo lo que callan. Y las hay como yo, que no necesitan palabras que se lleve el viento para entender nada. Porque quizás sean sus manos y sus ojos los que hablen por él, y mi corazón el que escuche...
A veces me despierto por las mañanas con ganas de un buen zumo. No puedo. Así es él. Mi zumo. No puedo. Querría darle los buenos días todos los días del resto de mi vida, y sin embargo.
Pero ha dejado de importar. No hay mañanas perfectas. Esta historia es bonita y debemos vivirla así.

domingo, 4 de mayo de 2014

Mi guerra.

A veces me despierto en la oscuridad de la habitación con ganas de dar guerra.
Será que brilla el sol. O, no sé. Será él. Será su mundo. El que me asombra, me acojona y me tiene atrapada sin medida.
Será él, con su jodida magia que me nubla el pensamiento.
La mayor putada de mi vida haberme encontrado con sus ojos. Y no poder deshacerme de sus caricias. Qué más dan los kilómetros y los silencios, si lo llevo todo aquí dentro.
Ven borracho, ven como quieras, pero ven.
Joder.
Si, a joder. Como si el mundo se acabase mañana, como si fuese nuestro último encuentro. Movernos así como sabemos, sentirnos y ostia, de repente, felicidad.
Parar el tiempo, para siempre. No me importa quedarme bajo tu piel, sintiéndote tan cerca que se me corte la respiración. ¿Qué más da respirar si estás aquí?
Verte en el último bar, terminarlo bien.
Hace tiempo que comencé a prometértelo casi todo. Y joder, aquí sigo, prometiéndote en silencio y tú... tú tan lejos que ya ni te veo.


sábado, 3 de mayo de 2014

Yo tampoco te quiero, y sin embargo.

Se me va despedazando el alma entre tanto recuerdo.
Todos los días pienso en sus manos, y me quedo unos minutos recordándolas cerca de mí. Qué tontería más grande vivir a medias entre los recuerdos y los sueños. Siempre pensando en lo que podría haber sido y no fue, en lo que ojalá fuese pero...
Yo tampoco te quiero, y sin embargo.

Cuando no puedes parar de pensar en sus ojos. El azul intenso con el que te mira cuando estando encima de tí te agarra bien por la cintura y no deja que te alejes. Y piensas que ojalá así siempre, ojalá con él. Qué putas las agujas del reloj que nunca se detienen.
Escribir como método de supervivencia, para saciar tus ganas de tenerle cerca, querer agarrarlo bien fuerte y que nunca se vuelva a escapar, pero. 

Esos arrebatos que nos dan de querer dejarlo todo y huir a sus brazos, perderse entre sus sábanas, respirar de su boca y comer de sus labios. Que metería ahora mismo un par de bragas en una mochila y me iría a gatas si hiciera falta para perderme entre tu magia.

No hay en el mundo nadie más complicado que él. Y sin embargo. Así soy yo. Adicta a las dificultades, proclive a los desastres. Me encantan tanto sus manos que el resto deja de importar. Mi desastre, mi perdición.

jueves, 24 de abril de 2014

Miss U.

¿Qué hago contigo? O mejor, ¿qué demonios hago conmigo?
Muero por escribirte, saber de ti, hablar durante horas de todo y de nada y sentirme feliz.
Echo de menos sonreír en silencio antes de dormir cuando tú eras mi último pensamiento, y anhelo también los buenos días que me daban la energía que necesito para superar mis cosas aunque a veces no salga el sol.
Hoy llueve. Llueve fuera pero también dentro. Hoy estoy echándote de menos como siempre y como nunca. Quiero gritarle al mundo que tú eres lo que quiero, y me encantaría pasar contigo el resto de mi vida. Y así, querernos como sabemos. Sobrevivir cada día a nuestras sombras más oscuras pero juntos. Porque «la vida es menos puta si estás a mi lado».
Y decirte mil verdades que guardo aquí, y que son tuyas. Yo soy toda tuya. Lo soy desde el primer día en que me miraste con esos ojos y supe que serías tú quien me cambiaría la vida.
Y ¿por qué demonios es todo tan difícil? Difícil eres tú, y soy yo. Pero juntos, juntos podríamos dejar de remar y sentarnos en la orilla frente al mar.
Besarte los labios y querer que el tiempo se detenga para ser nosotros, una vez más. Sentirte cerca, tus caricias... en mi espalda. Amo cuando estás y odio tanto cuando no es así. Ay.
Quiero hacer las maletas e ir corriendo a acurrucarme en tu pecho. Que tú seas lo último que vea antes de dormir y me despiertes con un dulce beso en la mejilla sin decir nada pero diciéndolo todo.
Te quiero a ti. Con todas tus sombras, tus "yo que sé", tus vicios y tus virtudes. Y te quiero solo para mi, y para siempre.
Ven. Mírame mientras duermo y confía en que puedo ser lo que necesitas. Te haré sonreír todos los días y prometo estar contigo, siempre, aunque duela. Eres tú, soy yo.
Quiero ser nosotros hasta que no quede agua en el mar. Y entonces, gritar a los cuatro vientos que te he tenido, que hemos sido todo juntos y que no me importa ya morir porque me has hecho jodidamente feliz. Ven. Te necesito aquí, te necesito conmigo...

lunes, 24 de marzo de 2014

Dar y recibir como regla fundamental.

Podríais llamarme loca si quisierais, porque la verdad es que me acostumbro a la absurda gilipollez de querer recibir cuando doy.
Un día decidí alzar ante mí un buen muro que me protegiese del dolor de aquí dentro. Estúpida de mí que no aprendo ni a hostias. El muro fue poco a poco derrumbándose hasta volver a sentirme desnuda ante tanto peligro. Y aquí estoy. Decido volver a poner ladrillo a ladrillo para que no manque. Porque lo cierto es que duele.
A veces me pregunto por qué tanta putada, y no sé.
Me gusta cuando despierto y me da por cantar. Odio en cambio lo absurdo que se vuelve todo cuando nada sale bien. Podría ser tan bonito el mundo que.
Amo cuando todo es tan vanal como lanzar una moneda al aire. Cara sale bien, cruz nos olvidamos para siempre... ¿Y si sale cruz? Qué putada si sale cruz...
Cuando abro los ojos y por fin puedo ver. La oscuridad se vuelve luz. Él está. O no. Pero hay luz, y todo vuelve a brillar.
No creo que nadie tenga la suficiente importancia como para merecer cambiar el estado de ánimo de alguien. Imposible. Las cosas no funcionan así. Hay aros por lo que no se debe pasar.
Con lo bonita que es la felicidad...

martes, 18 de marzo de 2014

Y así pasamos los días entre partida y partida.

Empezamos jugando y era bonito.
Es difícil cuando el juego deja de ser juego para convertirse en putada.
Nosotros somos esos a los que nadie entiende. Él siempre fue la piedra de mi camino y ahí sigue.
Yo decidí no apartarla porque al fin y al cabo, me gustaba tropezarme con ella una y otra vez. Que le joda al mundo, es mi piedra y punto.

Nosotros jugábamos a no decirnos nunca adiós porque creíamos que sin despedida no habría final. Y teníamos razón... Lo nuestro nunca tuvo final porque así seguimos.
Todo él es una putada. Mi putada al fin y al cabo. Siempre es una de cal y otra de arena, pero quizás eso sea lo atractivo de este puto juego.
Al final siempre me quemo. Y no hay más clavos ya. Yo quiero todo aunque joda.
El tiempo siempre pone todo en su lugar... ¿Será este su lugar?
Y así pasamos los días entre partida y partida...

viernes, 14 de marzo de 2014

Ella.

Me encanta cuando la vida da nuevas oportunidades. Cuando por fin deja a alguien que vuelva a sonreír. Cuando se confirma el dicho que reza que siempre hay una luz al final del túnel.
Ojalá todo sea bueno a partir de hoy. Me encanta ver la felicidad en sus ojos porque no la hay más mejor que ella aunque me odie a ratos.
A veces extraño las noches de vino y apuestas, las mañanas de dudas y soluciones arriesgadas.
Cuando lanzábamos una moneda al aire y dejábamos que ella tomase las decisiones porque nosotras estábamos tan cagadas que no éramos capaces...
Ojalá esa complicidad no desaparezca nunca.
Espero que esta nueva aventura le devuelva toda su luz. Porque los años no pasan si no quieres que pasen. Ojalá el verano llegue cargado de nuevas aventuras, momentos inolvidables y magia.
Yo quiero todo, otra vez.
Estoy tan contenta que no quepo en mí. Ojalá todo vaya viento en popa desde ya.
Me encanta cuando las personas saben ver en unos ojos su deseo, y lo cumplen.
La quiero tanto que.


lunes, 10 de marzo de 2014

Y SIN EMBARGO.

La culpa es mía. Salvémonos porque hablando se entiende la gente.

Mi mente echa a correr y no hay Dios que la pare. Llega un punto en que todo se me va de las manos y ya es tarde para poner freno... Por suerte esta vez no.
Hace tiempo que deje los trece años atrás, pero sigo igual de ilusionada por la vida que entonces. Incluso más.
Me gusta y me asusta a parte iguales el no saber qué pasará. Amo la intranquilidad de querer saber más y no poder porque así de inquieta soy yo. Sin embargo, siento la ansiosa necesidad imperante de tenerlo todo bajo control. Y es que, así de contradictoria también soy.

Qué jodida es esta vida que de repente todo y de repente nada.
Siempre apunto notas en el calendario, paso las páginas mes a mes, planeo todo y me jodo cuando no sale. Odio cuando no es como yo quiero. Sin embargo, sigo tachando y anotando porque me encanta soñar, planear y seguir viviendo aunque sea de ilusiones.

Me doy cuenta de que he crecido porque noto que hablando se entiende la gente. Aunque haya treinta años que valgan por quince.
Qué bonitos son los descubrimientos. Me encanta ir paso a paso por si duele. Descubrir lentamente lo más bonito y sonreir como una niña. Y también descubrir que tenía razón y que todo él es una jodida putada. Y sin embargo.
No hay te quieros, no hay promesas, no hay nada y hay todo. Hay nueves que valen por diez.


lunes, 3 de marzo de 2014

Tiemblo.

A veces me acojono cuando pienso en tu sonrisa y tiemblo.

Esa soy yo. La que siempre busca respuestas a todas las preguntas. Hablo por los codos; incluso cuando cayo, estoy diciendo algo. Siempre intento leer algo entre líneas; aunque no haya nada que leer. Creo que soy cabezona hasta decir vasta. Me jode cuando soy enormemente feliz y de repente se desvanece. A veces me asaltan las dudas y me acojono. Intento encontrar mis propios porqués y resulta que no. Y entonces decido preguntar y tiemblo. Y al final, no.

Me pregunto a mí misma pero no a los demás. Dudas. DU-DAS. Cuando me va mal, tengo dudas. Cuando todo parece ir bien, también. Creo que a esto podría llamarlo de todo menos seguridad. No estoy segura de que no vuelva a doler. Y esa es la pega.
Ojalá todo fuese tan genial que no existiesen las preguntas. Pero. No sé si está todo bien o empieza todo a desvanecerse y muero.
Un día decidí apostar aún sabiendo que podría perder... Y sigo así. ALL IN. Saldrá bien... Joder, tiene que salir.

Mirar sus ojos y sentir cómo el bello de los brazos se eriza y un respigo recorre mi espalda de principio a fin. Todo él cuesta. Y pensar solo en que me abrace para no pasar más miedo. Intentar comenzar de nuevo. Juntos. Cogernos de la malo y dar la espalda a todo esto que no importa... ¿Porque, qué habría más bonito que empezar así? A mí no me importa volver a empezar si es de su mano.
 Pero.

lunes, 17 de febrero de 2014

Los rayos de Sol, que entran despacio por mi ventana...

Joder, ¡qué suerte! Qué bueno tenerte... cada vez que salga el sol, salgo a verte.

Creo que mi hobby favorito es sonreirle a la vida. Me encanta cuando el Destino es tan bonito que te sorprende con giros inesperados que te dan alegría.
Amo el dicho que dicta que cuando una puerta se cierra, se abre una ventana. Joder, ¡qué bonito este ventanal!
No me importa nada el frío invierno porque los rayos de sol entran despacito por la ventana, nos dan energía, positividad... Me encanta cuando veo todo bonito. Me encanta cuando está ahí. Me encanta cuando no lo está y entonces aparece.
Qué sabemos nosotros, pobres, lo que el Destino nos tiene preparado... Y qué jodidamente estupendo cuando te enamora de la vida. Todos deberíamos tener esta ilusión que te hace verlo todo con ojos bonitos, sonreir sin importar nada más, estar lo más cerca posible de lo que llaman 'felicidad'.

Me encanta cuando no me cuesta dormir porque mis sueños son él. Cuando me agobio por algo y aparece. Me encanta su capacidad de borrar todo lo malo de un plumazo. Sonrío a cada paso. Estoy enamorada de la vida, de vivir. Y que no me joda el alma, que he pasado la resaca del dolor, y no tengo intención de repetir.

viernes, 14 de febrero de 2014

Happy Valentine's day ♡

Que no conozco a ningún Valentín, pero me encanta sonreir en silencio antes de irme a dormir...

Qué importa todo si estás en un momento tan dulce como una piruleta de fresa con forma de corazón.
No hay valentines que valgan. Solo vale mirar hacia delante y seguir avanzando.
No es cuestión de cerrar el libro, pero sí de empezar un nuevo capítulo. Qué ganas de vivir ilusionada, de irme a la cama con el corazón encogido, de sonreir emocionada.

Ya me encuentro fuerte para pasar de página. Toca volver a empezar. Vivir la vida como venga, luchar por lo que uno quiere, intentar alcanzar la felicidad... Esperar no volver a fallar aunque eso nunca se sepa.
Me encanta cuando echo una moneda al aire y pienso... Cara sale bien, cruz nos olvidamos para siempre. Pero más me encanta cuando estoy tan emocionada que no me atrevo a lanzarla, porque lo único que quiero que salga es cara, cara, cara, cara, mil veces cara.

Ojalá todo fuera más fácil, pero entonces perdería su encanto. Me gusta vivir aventuras una y otra vez, y me encanta cuando mis musas vienen a verme para hacerme sentir bien.
No vale mirar atrás, ni siquiera para recordar. Aunque me he levantado pensando que ya no hay recuerdos que me hagan daño. Y no hay mayor alegría que esa. Saber que, por fin, ha dejado de dolerte.
Todo es bonito mientras dura. Pero casi todo tiene siempre un final. Y no porque llegue al final, supone que todo termine. Con el tiempo te das cuenta de que los momentos bonitos habrán merecido la pena, y que los no tan bonitos los has guardado en un baúl bajo llave y lo has tirado al mar.

Hoy felicito a todos los Valentines, a los enamorados que lo tienen fácil, y a los ilusionados que mueren por una caricia más de ese alguien especial. ¿Qué sería de la vida sin personas especiales?
¡Feliz día!

jueves, 13 de febrero de 2014

Lo intento.

A veces pienso que soy bipolar en estado puro. Hay días en los que me como el mundo a mordiscos y no pasa nada. Y otros, que siento que me ahogo en la desesperación.
Intento superarme a mi misma, sin ayuda de nadie. Intento no necesitar muletas y volver a ser la que era. Pero, cuesta.
Me da pena no ser aquella persona independiente y aventurera que fui, porque realmente siento que esto ha dejado de ser vida. Odio depender de los demás, y necesitarles para sentirme más segura.
Sé que debo recuperar la confianza en mi autosuficiencia, y empezar a vivir de nuevo. Pero, cuesta.
Cuesta tanto...
No sé qué hacer. Lo intento. Intento dejar la mente en blanco, mantenerme ocupada, y sin embargo, no sirve de nada. Ojalá todos los días fuese fuerte, sin miedos...
Pero lo cierto es que estoy cagada. El miedo ha venido y de momento, para quedarse. Aunque luche todos los días, cuando me siento floja es un dolor tan profundo que me cuesta hasta respirar.
A veces me superan las situaciones. Hay días en los que me resulta relativamente fácil zafarme de la angustia, pero otros, en cambio, me mata la agonía y sufro sin medida.
A veces echo de menos más que cualquier cosa. Cuando te quitan la muleta y debes de volver a aprender a caminar sola, cuesta. Lo sé. Y eso me mata de pena.
No quiero depender ni que dependan. Pero no todo en la vida es querer. A veces me cago, otras salto de alegría... Si fuera fácil...
Sé que esta situación debo superarla, no quiero depender más. Lo intento día a día y quizás algún día, lo consiga... Mientras tanto, sigo cagada.

martes, 4 de febrero de 2014

¡Que se joda el viento!

Me he pasado tantas horas tecleando palabras aquí delante que he perdido la cuenta. A veces, releo mi gran cuento y pienso: hostia, he conseguido ser jodidamente feliz. Por momentos.
Pero, ¿qué más da los malos ratos cuando has estado rozando la felicidad con la punta de los dedos?
Creí que el hecho de no hablar podría cubrirlo con el negro sobre blanco. Y así ha sido siempre.

Nunca he gritado "te quiero" hasta quedarme afónica aunque no me hayan faltado las ganas. Sin embargo, alguien me ha dicho que "el tiempo pone a cada uno en su lugar". Y joder, ¡qué verdad más grande! Me encanta este lugar.
Me encanta cuando dicen que después de la tormenta siempre viene la calma. Porque no hay más verdad que esa. Y también cuando dicen que cuando cierras una puerta, se abre una ventana.
Derrochar lágrimas es algo que siempre está presente. Pero qué gusto cuando te despiertas una mañana sin saber qué ocurrirá, sin ganas de quitarte el pijama... Y de repente, ¡zas!

Nunca sabes lo que te deparará esta mierda que llamamos vida pero... qué gusto cuando es tan bonito que no te importa que llueva, que haga un tornado ahí fuera, que las olas midan quince metros... Qué más da lo que ocurra ahí fuera si lo que tienes está entre tus sábanas.
Ojalá todos los tiempos fuesen así.
Me siento y pienso. Fue tan bonito que me asusta. Estoy al borde de un precipicio pero no para caer. Esta vez me lanzo con seguridad en algo apasionante, y tengo el mismo miedo que un niño a la oscuridad. Ojalá todas las veces que decido arriesgar fuesen para ganar. Pero.
Aunque esta vez, sí. Hoy tengo ganas de gritarle al mundo ¡que se joda el viento! Cara sale bien, cara sale bien, cara sale bien...

lunes, 13 de enero de 2014

Hoy, la vida escuece.

Demasiados gritos que terminan en silencios intensos, duros, interminables... Dolor. Silencios que duelen como puñales. Ausencia... Ya no está su olor. No comparto la ducha, ni el sofá. Ya no hay turnos de recoger, de limpiar... No está para contarle las cosas buenas que me pasan, y compartir así las alegrías, y tampoco está para preguntarme qué tal el puto día, y cagarse en todo lo que me hace daño. No está para acurrucarme en su hombro mientras sonrío feliz.  Después de media vida a trancas y barrancas, dándonos cal y arena a partes iguales, hoy lo único que queda es dolor. Lo rápido que puede cambiar todo... Una mañana haces el amor y a la noche estamos cada uno en un rincón. No hacen falta ni 30 minutos para hacer la maleta y recoger todo. Y lo único que queda después es silencio, dolor, lágrimas... Y cuesta acostumbrarse a esta angustia que quema a cualquiera. Porque me ahoga la pena de lo que pudo haber sido y no fue, de querer y no poder... Muero de rabia por terminar así. Así de mal, de lejos, de solos...