IX

Quizás el verdadero amor sea una decisión; La decisión de jugártela por alguien, de entregarte a alguien sin pensar si te va a corresponder o si te va a hacer daño, o si será el amor de tu vida. Quizás el amor no es algo que te ocurre, quizás sea algo que tú escoges.

sábado, 3 de mayo de 2014

Yo tampoco te quiero, y sin embargo.

Se me va despedazando el alma entre tanto recuerdo.
Todos los días pienso en sus manos, y me quedo unos minutos recordándolas cerca de mí. Qué tontería más grande vivir a medias entre los recuerdos y los sueños. Siempre pensando en lo que podría haber sido y no fue, en lo que ojalá fuese pero...
Yo tampoco te quiero, y sin embargo.

Cuando no puedes parar de pensar en sus ojos. El azul intenso con el que te mira cuando estando encima de tí te agarra bien por la cintura y no deja que te alejes. Y piensas que ojalá así siempre, ojalá con él. Qué putas las agujas del reloj que nunca se detienen.
Escribir como método de supervivencia, para saciar tus ganas de tenerle cerca, querer agarrarlo bien fuerte y que nunca se vuelva a escapar, pero. 

Esos arrebatos que nos dan de querer dejarlo todo y huir a sus brazos, perderse entre sus sábanas, respirar de su boca y comer de sus labios. Que metería ahora mismo un par de bragas en una mochila y me iría a gatas si hiciera falta para perderme entre tu magia.

No hay en el mundo nadie más complicado que él. Y sin embargo. Así soy yo. Adicta a las dificultades, proclive a los desastres. Me encantan tanto sus manos que el resto deja de importar. Mi desastre, mi perdición.

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