Y hemos vuelto a vernos.
A encontrarnos a hurtadillas,
entre cuatro paredes
Prometimos no volver a mirarnos,
y sin embargo;
Jugamos, otra vez, entre las sábanas
Bailamos como uno, como siempre
Como siempre que recaemos en este vicio,
que es nuestro y de nadie más
Caricias que sangran el alma,
querer;
Quererte a tí,
con la oscuridad que muestras a todos,
y la intensa luz con que me iluminas a mí
Tenerte sobre mi pecho,
jurar no volver a mirarte aunque estuviese viéndote
y sin embargo;
Sin embargo terminar acariciándote pensando en el siempre,
en echarle freno a ese reloj que suena de fondo. Tik, tak...
Verte, mirarte, observarte
Una vez más
los dos
empapando las sábanas
perdiendo el aliento
amando ese momento
que es solo nuestro
Quererte por vicio,
y por nada más
Quererte por imposible,
por duro,
por desastre,
por caso a parte.
Quererte por ser tú,
por ser yo,
por habernos encontrado en ese puto instante.
Bailaremos hasta siempre, como nunca.
Un brindis por ello. Por el querer de una noche,
de muchas noches, de nuestras noches.