IX

Quizás el verdadero amor sea una decisión; La decisión de jugártela por alguien, de entregarte a alguien sin pensar si te va a corresponder o si te va a hacer daño, o si será el amor de tu vida. Quizás el amor no es algo que te ocurre, quizás sea algo que tú escoges.

jueves, 24 de abril de 2014

Miss U.

¿Qué hago contigo? O mejor, ¿qué demonios hago conmigo?
Muero por escribirte, saber de ti, hablar durante horas de todo y de nada y sentirme feliz.
Echo de menos sonreír en silencio antes de dormir cuando tú eras mi último pensamiento, y anhelo también los buenos días que me daban la energía que necesito para superar mis cosas aunque a veces no salga el sol.
Hoy llueve. Llueve fuera pero también dentro. Hoy estoy echándote de menos como siempre y como nunca. Quiero gritarle al mundo que tú eres lo que quiero, y me encantaría pasar contigo el resto de mi vida. Y así, querernos como sabemos. Sobrevivir cada día a nuestras sombras más oscuras pero juntos. Porque «la vida es menos puta si estás a mi lado».
Y decirte mil verdades que guardo aquí, y que son tuyas. Yo soy toda tuya. Lo soy desde el primer día en que me miraste con esos ojos y supe que serías tú quien me cambiaría la vida.
Y ¿por qué demonios es todo tan difícil? Difícil eres tú, y soy yo. Pero juntos, juntos podríamos dejar de remar y sentarnos en la orilla frente al mar.
Besarte los labios y querer que el tiempo se detenga para ser nosotros, una vez más. Sentirte cerca, tus caricias... en mi espalda. Amo cuando estás y odio tanto cuando no es así. Ay.
Quiero hacer las maletas e ir corriendo a acurrucarme en tu pecho. Que tú seas lo último que vea antes de dormir y me despiertes con un dulce beso en la mejilla sin decir nada pero diciéndolo todo.
Te quiero a ti. Con todas tus sombras, tus "yo que sé", tus vicios y tus virtudes. Y te quiero solo para mi, y para siempre.
Ven. Mírame mientras duermo y confía en que puedo ser lo que necesitas. Te haré sonreír todos los días y prometo estar contigo, siempre, aunque duela. Eres tú, soy yo.
Quiero ser nosotros hasta que no quede agua en el mar. Y entonces, gritar a los cuatro vientos que te he tenido, que hemos sido todo juntos y que no me importa ya morir porque me has hecho jodidamente feliz. Ven. Te necesito aquí, te necesito conmigo...