IX

Quizás el verdadero amor sea una decisión; La decisión de jugártela por alguien, de entregarte a alguien sin pensar si te va a corresponder o si te va a hacer daño, o si será el amor de tu vida. Quizás el amor no es algo que te ocurre, quizás sea algo que tú escoges.

jueves, 22 de octubre de 2015

La delgada línea entre prequerer y querer.

No decimos te quiero porque igual es demasiado pronto, igual se asusta, igual es precipitado. Pues bien, el sentimiento de querer puede que sea el más maravilloso de todos los que experimentarás a lo largo de tu vida.
Tendrás suerte si en tu vida querrás de verdad a tres o cuatro personas que no formen parte de tu familia. Porque padres, hermanos y sobrinos juegan en otra liga.
Querer a alguien a quien eliges, no que te haya tocado en el azar del destino, eso es un privilegio. Y por qué no vamos a decirle a la otra persona a la que amamos, si es lo más bonito que se le puede decir a alguien y lo más maravilloso que te pueden decir a tí.  
Si dos o tres personas externas te dicen en tu vida que te quieren, y les miras a los ojos y sabes que es verdad, habrás ganado el juego. No todos podrían decirlo.
Bien, pues me siento afortunada y estoy lista para decirte que te quiero. No necesito más, solamente tenerte frente a mí para poder hacerlo mientras miro esos ojos que tanto me dan. Te he prequerido mucho amor, pero querer va más allá porque quiero que nosotros vayamos más allá. Y paso a paso, se construye un siempre.

lunes, 19 de octubre de 2015

- l o v e -

Prometo acompañarte siempre
abrazarte cuando lo necesites
y cuando no, también

Prometo acurrucarme en tu pecho
todos los días
y despertarme sonriendo
por tenerte a mi lado

Prometo dudar poco
planearlo todo un poco menos
vivir un poco más

Prometo reírme contigo
de lo bueno
abrazarte cuando tengas frío

Prometo visitar a tu lado
un millón y medio de atardeceres
hacer muchas maletas
para perdernos en cualquier parte

Prometo no dejar de soñar nunca
no dejar de luchar
no dejar de quererte

Prometo darte siempre los buenos días
perderme contigo hablando de nada
durante horas

Prometo escucharte
aconsejarte
no decirte siempre lo bueno

Prometo dibujar corazones
en el espejo del baño
dejarte notas cuando no esté
para decirte que te quiero

Prometo que haré que esto
sí merezca la pena


Yo
Nosotros

viernes, 2 de octubre de 2015

AVANTI.

Sigo acordándome de tí. 
Por lo que has hecho conmigo.
Por las ganas que tengo de odiarte hasta que te sangre el alma.
Por las ganas de vengarme de tus juegos estúpidos, a los que sigues jugando como si yo quisiera competir. Y no, no quiero. Contigo hace tiempo que ya no compito.
Te he dejado ganar porque me he rendido, porque eres mi caso perdido. He tirado la toalla y ya no quiero quererte ni que me quieras. 
Me has enseñado que se puede querer algo por encima de todo, que a veces nos obsesionamos con alguien a quien creemos querer, que se puede idealizar a una persona. Y también me has enseñado que el amor no era eso. 
He aprendido que no quiero a alguien como tú en mi vida, que quien te quiere debe quererte bien. Y tus lecciones de vida me han hecho fuerte pero sobre todo me han permitido saber quién soy. 
Que no soy esa que no siente, al contrario. Soy vulnerable. A veces. A veces me suicido ante unos labios. A veces me enamoro. Y me gusta enamorarme. Soy esa a la que le encantan los detalles, cuidar y que la cuiden, a la que le apetece dar los buenos días. Soy la que se muere de amor a cada paso, la que cree en la felicidad, en la familia y en el futuro. Soy esa a la que le encanta que le regalen y regalar. Y soñar, soñar mucho. Y también la que visita atardeceres. Soy una enamorada del amor. El amor de verdad y no tu amor. Soy, por fin, la que vuelve a sonreír en silencio antes de dormir. La que sueña bonito, la afoturnada de tenerle, la feliz. Soy la que debería haber sido siempre si no hubiera sido por tí. 
Gracias a mi amor, el de verdad, por dejarme volver a creer, por reconstruir mis pedazos, por estar. Gracias por haberte cruzado en mi camino y no querer salir de él.