¡Qué año más duro!
Es increíble cómo te puede cambiar la vida en un segundo. De repente, todo se vuelve oscuro y rozas el otro mundo con la punta de los dedos. El 2012 no fue un buen año por muchas cosas, de hecho, por casi todo. Suerte que hay amores con los que poder contar en momentos de crisis existencial... Y este curso, arrastrando lo vivido, comenzó por así decirlo como una horrible pesadilla. He pasado meses muy malos, luchando contra mi "yo" tozudo, pero al final, todo pasa.
He sobrevivido a mil mareas, y aquí estoy.
No hay nada más importante que la vida, y es cosa nuestra decidir cómo y con quién vivirla.
Ahora comienza una nueva etapa, espero que lejos de los fantasmas del pasado que me atormentaron durante días que parecían ser eternos. Porque de lo que más ganas tengo en la vida, es de ser feliz.
Gracias a aquellos que han estado ahí. Sé que nunca se irán de mi interior.
Hoy derrocho amor, alegría y energía, así que, ¡buenos días mundo!
