IX

Quizás el verdadero amor sea una decisión; La decisión de jugártela por alguien, de entregarte a alguien sin pensar si te va a corresponder o si te va a hacer daño, o si será el amor de tu vida. Quizás el amor no es algo que te ocurre, quizás sea algo que tú escoges.

lunes, 17 de febrero de 2014

Los rayos de Sol, que entran despacio por mi ventana...

Joder, ¡qué suerte! Qué bueno tenerte... cada vez que salga el sol, salgo a verte.

Creo que mi hobby favorito es sonreirle a la vida. Me encanta cuando el Destino es tan bonito que te sorprende con giros inesperados que te dan alegría.
Amo el dicho que dicta que cuando una puerta se cierra, se abre una ventana. Joder, ¡qué bonito este ventanal!
No me importa nada el frío invierno porque los rayos de sol entran despacito por la ventana, nos dan energía, positividad... Me encanta cuando veo todo bonito. Me encanta cuando está ahí. Me encanta cuando no lo está y entonces aparece.
Qué sabemos nosotros, pobres, lo que el Destino nos tiene preparado... Y qué jodidamente estupendo cuando te enamora de la vida. Todos deberíamos tener esta ilusión que te hace verlo todo con ojos bonitos, sonreir sin importar nada más, estar lo más cerca posible de lo que llaman 'felicidad'.

Me encanta cuando no me cuesta dormir porque mis sueños son él. Cuando me agobio por algo y aparece. Me encanta su capacidad de borrar todo lo malo de un plumazo. Sonrío a cada paso. Estoy enamorada de la vida, de vivir. Y que no me joda el alma, que he pasado la resaca del dolor, y no tengo intención de repetir.

viernes, 14 de febrero de 2014

Happy Valentine's day ♡

Que no conozco a ningún Valentín, pero me encanta sonreir en silencio antes de irme a dormir...

Qué importa todo si estás en un momento tan dulce como una piruleta de fresa con forma de corazón.
No hay valentines que valgan. Solo vale mirar hacia delante y seguir avanzando.
No es cuestión de cerrar el libro, pero sí de empezar un nuevo capítulo. Qué ganas de vivir ilusionada, de irme a la cama con el corazón encogido, de sonreir emocionada.

Ya me encuentro fuerte para pasar de página. Toca volver a empezar. Vivir la vida como venga, luchar por lo que uno quiere, intentar alcanzar la felicidad... Esperar no volver a fallar aunque eso nunca se sepa.
Me encanta cuando echo una moneda al aire y pienso... Cara sale bien, cruz nos olvidamos para siempre. Pero más me encanta cuando estoy tan emocionada que no me atrevo a lanzarla, porque lo único que quiero que salga es cara, cara, cara, cara, mil veces cara.

Ojalá todo fuera más fácil, pero entonces perdería su encanto. Me gusta vivir aventuras una y otra vez, y me encanta cuando mis musas vienen a verme para hacerme sentir bien.
No vale mirar atrás, ni siquiera para recordar. Aunque me he levantado pensando que ya no hay recuerdos que me hagan daño. Y no hay mayor alegría que esa. Saber que, por fin, ha dejado de dolerte.
Todo es bonito mientras dura. Pero casi todo tiene siempre un final. Y no porque llegue al final, supone que todo termine. Con el tiempo te das cuenta de que los momentos bonitos habrán merecido la pena, y que los no tan bonitos los has guardado en un baúl bajo llave y lo has tirado al mar.

Hoy felicito a todos los Valentines, a los enamorados que lo tienen fácil, y a los ilusionados que mueren por una caricia más de ese alguien especial. ¿Qué sería de la vida sin personas especiales?
¡Feliz día!

jueves, 13 de febrero de 2014

Lo intento.

A veces pienso que soy bipolar en estado puro. Hay días en los que me como el mundo a mordiscos y no pasa nada. Y otros, que siento que me ahogo en la desesperación.
Intento superarme a mi misma, sin ayuda de nadie. Intento no necesitar muletas y volver a ser la que era. Pero, cuesta.
Me da pena no ser aquella persona independiente y aventurera que fui, porque realmente siento que esto ha dejado de ser vida. Odio depender de los demás, y necesitarles para sentirme más segura.
Sé que debo recuperar la confianza en mi autosuficiencia, y empezar a vivir de nuevo. Pero, cuesta.
Cuesta tanto...
No sé qué hacer. Lo intento. Intento dejar la mente en blanco, mantenerme ocupada, y sin embargo, no sirve de nada. Ojalá todos los días fuese fuerte, sin miedos...
Pero lo cierto es que estoy cagada. El miedo ha venido y de momento, para quedarse. Aunque luche todos los días, cuando me siento floja es un dolor tan profundo que me cuesta hasta respirar.
A veces me superan las situaciones. Hay días en los que me resulta relativamente fácil zafarme de la angustia, pero otros, en cambio, me mata la agonía y sufro sin medida.
A veces echo de menos más que cualquier cosa. Cuando te quitan la muleta y debes de volver a aprender a caminar sola, cuesta. Lo sé. Y eso me mata de pena.
No quiero depender ni que dependan. Pero no todo en la vida es querer. A veces me cago, otras salto de alegría... Si fuera fácil...
Sé que esta situación debo superarla, no quiero depender más. Lo intento día a día y quizás algún día, lo consiga... Mientras tanto, sigo cagada.

martes, 4 de febrero de 2014

¡Que se joda el viento!

Me he pasado tantas horas tecleando palabras aquí delante que he perdido la cuenta. A veces, releo mi gran cuento y pienso: hostia, he conseguido ser jodidamente feliz. Por momentos.
Pero, ¿qué más da los malos ratos cuando has estado rozando la felicidad con la punta de los dedos?
Creí que el hecho de no hablar podría cubrirlo con el negro sobre blanco. Y así ha sido siempre.

Nunca he gritado "te quiero" hasta quedarme afónica aunque no me hayan faltado las ganas. Sin embargo, alguien me ha dicho que "el tiempo pone a cada uno en su lugar". Y joder, ¡qué verdad más grande! Me encanta este lugar.
Me encanta cuando dicen que después de la tormenta siempre viene la calma. Porque no hay más verdad que esa. Y también cuando dicen que cuando cierras una puerta, se abre una ventana.
Derrochar lágrimas es algo que siempre está presente. Pero qué gusto cuando te despiertas una mañana sin saber qué ocurrirá, sin ganas de quitarte el pijama... Y de repente, ¡zas!

Nunca sabes lo que te deparará esta mierda que llamamos vida pero... qué gusto cuando es tan bonito que no te importa que llueva, que haga un tornado ahí fuera, que las olas midan quince metros... Qué más da lo que ocurra ahí fuera si lo que tienes está entre tus sábanas.
Ojalá todos los tiempos fuesen así.
Me siento y pienso. Fue tan bonito que me asusta. Estoy al borde de un precipicio pero no para caer. Esta vez me lanzo con seguridad en algo apasionante, y tengo el mismo miedo que un niño a la oscuridad. Ojalá todas las veces que decido arriesgar fuesen para ganar. Pero.
Aunque esta vez, sí. Hoy tengo ganas de gritarle al mundo ¡que se joda el viento! Cara sale bien, cara sale bien, cara sale bien...