Caminamos muchas veces sin sentido buscando encontrar a cada paso y damos de repente con pequeños grandes lugares, con rincones escondidos capaces de darlo todo sin nada a cambio.
Y te recuerdan a sus manos, y respiras profundo. Buscas encontrar sin respuestas pero entonces ahí estás, de nuevo, en sus manos. Recordarle por todo y por nada, sentirle cerca. Gracias por todo y por nada.
Y el cielo parece azul y el calor es inmenso; pero llueve.
Las tormentas de verano que arrasan de un plumazo con todo; igual que tú.
Y entonces el calor sale aún con más fuerza y no te deja ver más allá; igual que tú.
Qué más dan las penas y las distancias si a cada paso que das aparece algo capaz de devolverle a tu mente, de sentirle cerca; de quererle con sus sinsentidos.
Viva los rincones que devuelven el amor a tu mente;
que te hacen sentir viva y muy cerca.
Viva las casualidades, el Destino, el amor con sentido e incluso sin remedio.
Viva las irracionalidades, las aventuras, e incluso los imposibles.
Un brindis por todos los rincones que te sangran el alma; igual que tú.