IX

Quizás el verdadero amor sea una decisión; La decisión de jugártela por alguien, de entregarte a alguien sin pensar si te va a corresponder o si te va a hacer daño, o si será el amor de tu vida. Quizás el amor no es algo que te ocurre, quizás sea algo que tú escoges.

viernes, 13 de junio de 2014

¡Brindemos!

Lo de que el tiempo todo lo cura no es más que una invención absurda. No cura nada. Hay heridas que jamás cicatrizarán y otras muchas vanalidades de las que te olvidas casi sin querer.
El caso es que el tiempo puede ser un gran aliado o tu mayor amargura. Y aquí, el tiempo, ha conseguido poner las cosas en su sitio porque eso sí que lo consigue.
Con el tiempo nos hemos dado cuenta de que todo lo que vivimos fue real. Incluso los más pequeños detalles cobran ahora toda la importancia que siempre se merecieron.
Al final los ojos se han abierto y joder, ¡qué bonito todo!

Un brindis por todas aquellas noches que me dormí sonriendo en silencio. 
Por los cigarrillos sin terminar, por los de después y por el del final. 
Un brindis por todas las horas que me pasé mirándole mientras dormía
tan frágil, tan bonito. 
Por todas las locuras que he hecho sin habérmelo propuesto. 
Un brindis por el único que ha conseguido desestabilizarme y volverme loca. 
Por el que he hecho de todo y de nada. 
Un brindis por las madrugadas enloquecidas, por las mañanas de despedidas. 
Un brindis por los viernes que siempre acababan bien, 
por los sábados de corazones encogidos. 
Un brindis por los viajes que he hecho y por todos los que me he imaginado. 
Por mis ganas. 
Un brindis por las caricias, los besos y los palos. 
Por el sexo. 
Un brindis por las palabras; por sus ojos, por sus manos. 
Un brindis por sus filas, por sus fobias; por sus miedos. 
Un brindis por todos los momentos que hemos vivido 
y por lo que viviremos; 
Por las cagadas, las putadas, las piedras en el camino; 
Un brindis por haber estado cerca SIEMPRE; por seguir estando. 
Un brindis por el sueño inalcanzable de tenerle, 
por la ilusión de conseguirle, por la fuerza del querer. 
Un brindis por él; y por mí.

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