A veces me sorprendo a mí misma. Suelo dejar pasar el tiempo mientras busco un momento mejor y así pasan los días entre calada y calada.
Me escondo entre el humo ahogando recuerdos. A veces, se me ilumina la mirada. Pongo ese gesto especial que solo significa una cosa: va a pasar algo.
Y pasa.
Me encuentro de repente haciendo algo que nunca creí que haría. Soltando lindezas por esta boquita y sobreviviendo al nudo que se me pone en el estómago cuando hablo de él. Con él.
Escuchar notas de audio antes de dormir para revivir los momentos. Sonreír en silencio aunque sea a base de reconstrucciones. Sentirle cerca aún estando lejos.
Qué más da el tiempo que pase si él nunca se irá de aquí dentro. Y parece que fue ayer...
No hay comentarios:
Publicar un comentario