IX

Quizás el verdadero amor sea una decisión; La decisión de jugártela por alguien, de entregarte a alguien sin pensar si te va a corresponder o si te va a hacer daño, o si será el amor de tu vida. Quizás el amor no es algo que te ocurre, quizás sea algo que tú escoges.

lunes, 24 de marzo de 2014

Dar y recibir como regla fundamental.

Podríais llamarme loca si quisierais, porque la verdad es que me acostumbro a la absurda gilipollez de querer recibir cuando doy.
Un día decidí alzar ante mí un buen muro que me protegiese del dolor de aquí dentro. Estúpida de mí que no aprendo ni a hostias. El muro fue poco a poco derrumbándose hasta volver a sentirme desnuda ante tanto peligro. Y aquí estoy. Decido volver a poner ladrillo a ladrillo para que no manque. Porque lo cierto es que duele.
A veces me pregunto por qué tanta putada, y no sé.
Me gusta cuando despierto y me da por cantar. Odio en cambio lo absurdo que se vuelve todo cuando nada sale bien. Podría ser tan bonito el mundo que.
Amo cuando todo es tan vanal como lanzar una moneda al aire. Cara sale bien, cruz nos olvidamos para siempre... ¿Y si sale cruz? Qué putada si sale cruz...
Cuando abro los ojos y por fin puedo ver. La oscuridad se vuelve luz. Él está. O no. Pero hay luz, y todo vuelve a brillar.
No creo que nadie tenga la suficiente importancia como para merecer cambiar el estado de ánimo de alguien. Imposible. Las cosas no funcionan así. Hay aros por lo que no se debe pasar.
Con lo bonita que es la felicidad...

No hay comentarios:

Publicar un comentario