Alguien dijo alguna vez, que si algo te interesa realmente, debes luchar hasta conseguirlo, pese a todos los problemas que se crucen en tu camino, las idas y las venidas, los quebraderos de cabeza, incluso, los buenos momentos.
Porque hay momentos en la vida, que son merecedores de un digno: "me paro, y no me mueve de aquí ni Dios"
Hasta aquí llegamos. Estamos hartos de ver el vaso medio vacío siempre, de que las agujas del reloj siempre se paren cuando marcan esa hora, cansados del amor, de la amistad, de la familia... te cansas de todo y tu cuerpo rebosa ganas de mandarlo todo a hacer puñetas.
Pero qué bonitos esos momentos, cuando después de un mal día, algo por fin te sale como tú querías.
Y es que creo, que por duro que suene, o quizás sea un poco estúpido, una dulce sonrisa durante un breve instante contrarresta el sufrimiento padecido.
Es momento de cambio, de transición. Una vida nueva espera... Hay que luchar por lo que se quiere, de lo contrario, nadie lo hará por ti.
Porque ¿quién dijo miedo?
Y si, si hay que comerse la tarta de manzana que nadie quiere, pues se come.
#9.
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