IX

Quizás el verdadero amor sea una decisión; La decisión de jugártela por alguien, de entregarte a alguien sin pensar si te va a corresponder o si te va a hacer daño, o si será el amor de tu vida. Quizás el amor no es algo que te ocurre, quizás sea algo que tú escoges.

miércoles, 11 de marzo de 2015

Vamos a jugar a un juego

Vamos a jugar a un juego.
Mi madre no ha podido darme cojones porque eso no dependía de ella, pero lo que sí me ha dado es la capacidad de escribir lo que no puedo decir por esa carencia entre mis piernas. De ahí que esté aquí, otra vez, escribiendo antes de dormir, para decirte esta vez lo que llevo tan guardado. 

Que me acuerdo del primer día que te cruzaste con mis ojos, y que me acuerdo de lo que me temblaba el alma, aunque suene idiota. Me acuerdo de la ropa que llevabas, y de la mía, de las tonterías y del día después. También me acuerdo de la primera cita por lo nerviosa que estaba. Me acuerdo de la primera vez que me sentí decepcionada porque no me dabas lo que yo quería, y aún así hoy estoy dándome cuenta de que ese fue exactamente el momento en el que dí luz verde a este tocamiento de ovarios. Me acuerdo de la primera noche, y sé que tú también. Y de la primera vez que quise morirme, esa vez, sin matarme contigo. Me acuerdo de todas las noches que acabaron bien, entre las sábanas. De lo hijo de puta que resultaste en algunos momentos y la de veces que quise parar el tiempo. Me acuerdo de quererte. Y de la primera vez que echaste a volar, y de la segunda... Y de lo mal que resultaron las dos. Me acuerdo de que nunca he estado contigo en un cine y de que quiero estarlo. Allí, aquí, y en cualquier parte. Me acuerdo de que estoy bien jodida desde el primer día, y he descubierto que sé disimular más que bien.
Bien, quería decirte que estás aquí desde siempre, aunque no pareciese. 
ALL IN por mi parte. Te toca.

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