IX

Quizás el verdadero amor sea una decisión; La decisión de jugártela por alguien, de entregarte a alguien sin pensar si te va a corresponder o si te va a hacer daño, o si será el amor de tu vida. Quizás el amor no es algo que te ocurre, quizás sea algo que tú escoges.

martes, 20 de marzo de 2012

Bonito, bonito eres tú.

Vale, siempre llega el momento en que por fin te das cuenta que todo ha terminado. Tarde o temprano, ocurre. Es como el invierno, que llega de pronto, con un aire gélido que te hiela los pómulos.
Cuando sabes que ese amor te envenena pero sigues consumiéndolo hasta que se te agotan las fuerzas. Un día, de pronto, ves cómo ha pasado el tiempo y que nada es tan malo como parecía.
Creo que por fin lo has superado cuando te alegras tremendamente de su felicidad, aún siendo lejos de tí.

Hay conversaciones que sabes que lo único que demuestran es un adiós, y aún así, no te da miedo poner el punto final. Y hay historias también, que tienen un final abierto a cualquier posibilidad. Porque hay personas que aparecen y desaparecen en cualquier momento, dispuestos a desestabilizar tu vida de una manera que solo ellos saben. Así es él.
Él es como el puto invierno, que te hiela los pómulos y te encoge el alma, pero siempre queda en su interior un poquito del aire cálido de otoño, que te hace sonreír y sentirte libre.
Quizás el mejor baile sea el que baile con otra. O quizás no.

Pienso que es bonito, cuando la otra persona cree que es imposible olvidar los momentos vividos. Y eso es exactamente lo que llevas pensando tú desde el instante en que viviste junto a él vuestro primer momento.

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