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Odio profundamente a los que se lamentan por todo. Dejad ya de llorar, joder.  No va a volver por más que le llames. Ni va a revivir por más que le llores. PASA PÁGINA.
Soy muy fan de los que te quieren con locura pero lo que quieren realmente es arrancarte la piel a tiras. De verdad, muy fan. Fan de los que os llamais mejores amigos y no habeis conocido a un mejor amigo en vuestra vida. Vuestro mayor castigo es ese, queridos.
Veo cosas que otros no ven. Y no hablo de fantasmas, que también. Pero a esos los vemos todos. Soy una mujer de detalles. Puedes matarme con una katana, pero tranquilo que veré venir cada pequeña alfiler que me vayas metiendo en los sándwiches cada mañana. No me gusta tener que comer sano, ni ser pobre. Yo en otra vida debí de ser una rica cojonuda y escuchimizada.  
Odio a las personas que siempre aparecen cuando ya no hacen falta. Vamos a ver, si no quieres estar, no estés. Pero por favor, NO MOLESTES. O aportas o apartas.
No me gusta la gente cuyo destino en la vida es encontrar a su media naranja. Ni los que necesitan el visto bueno de los demás. Ni los que comen culos con traje para dejar de limpiar baños. Limpia el puto baño bien, y espera a que alguien se dé cuenta de ello, coño.
No me gusta cuando tengo razón en las cosas que no me vienen bien, ni desconfiar de todo quisqui. Sin embargo soy completamente fan de mi manera de sospechar de todos porque todos son culpables hasta que se demuestre lo contrario. Odio dar buenos consejos y no saber aplicármelos a mí misma.
Me toca la moral los que quieren muchas cosas pero no mueven el culo, jamás, por intentar conseguirlo. ¿Creeis que va a llover del cielo? Lo peor es que los hay con estrella. Y a esos, a esos os quemo en la hoguera.
Mira, SI ERES TONTO, ESPABILA.