IX

Quizás el verdadero amor sea una decisión; La decisión de jugártela por alguien, de entregarte a alguien sin pensar si te va a corresponder o si te va a hacer daño, o si será el amor de tu vida. Quizás el amor no es algo que te ocurre, quizás sea algo que tú escoges.

domingo, 2 de agosto de 2015

_____IX.

Puede que me faltaran muchas cosas por decirte, despertarte suave, desayunarte; todos los besos que tenía guardados para tí y que no te he dado, están a punto de caducar en esa cajita de la estantería de la izquierda. Y tío, que nos ha quedado tanto que si lo pienso, duele. Voy a escribirlo así, despacio, para dar cuenta de ello y olvidarme, a ver si así vivo. 
A lo mejor debería haberte comentado que me moría por tí. Igual no hubiera estado de más decirte, así por alto, que llevaba loca por tus manos desde el día uno, aunque reconozco que soy una jodida experta en hacer ver lo que no es. Quizá debería haberme reído menos de las cosas que no tenían gracia. Pero tú, amor, me matas mucho. Decidiste dejarme libre como un pájaro para que decidiera lo que quisiera, sin saber que odio las decisiones. Y me has jodido pero bien. Que yo, cuanto más pienso más la lío. Y contigo pensar era el pan de cada día. Tus y sis me mataban y yo muriendo lento.
Mira, voy a reoconocer algo. Soy de las bocazas que mucho hablan y después mueren de miedo. Me acojonan las películas de miedo pero me encanta verlas acompañada. Vivo reflejo de mi historia contigo. Acojonada por tus besos y dependiente absoluta de ellos
Yo, que no confío en nadie, ni en mí; que no abro mis puertas a cualquiera; cuando doy un paso, retrocedes dos. Tú, que ni contigo ni sin tí, que hoy sí pero mañana no, que hoy te quiero y mañana no... Tan diferentes. Yo, que tengo que tenerlo todo bajo control, que soy capaz de barajar en un segundo treinta posibilidades diferentes de desenlace para una misma situación; tú, que prefieres vivir aquí y ahora, que no prometes porque nunca se sabe. Complicado pero mágico. 
Voy a decirte que sigo acordándome de tí, que eres mi tarjeta de bienvenida, que eres esa puta historia que ojalá no, pero que sí. Y que ya vas a estar aquí para siempre porque no hay Dios que se olvide de tí. Pero como siempre, esos lujos no van conmigo.


No hay comentarios:

Publicar un comentario