LES ECHO DE MENOS.

Hay momentos que lo cambian todo.

Vemos cómo los días pasan por delante de nuestros ojos lentamente sin apenas hacer ruido, sin darnos cuenta de que están provocando en nosotros tantos cambios... llamémonos ilusos, si queréis.
No sé cuál fue el momento en el que mi vida decidió dar un giro de 360º sin remedio.
Que éstos últimos años han sido un regalo. Me he sentido como una afortunada, pese a todo.
Qué quereis, llámenme romántica, pero no les cambio por nada.  Son mis amigos por encima de todas las cosas, mi familia por encima de todas las cosas, es él. Son ellos los que me han regalado una vida estupenda.
Lejos, cuando miras por la ventana y ves otra ciudad, diferente, tan diferente que lo único que aporta es miedo. Sabes que lo que te separa de ellos son cientos de kilómetros, sin mas. ¿Qué son los kilómetros? Si quereis, nos los merendamos ésta tarde. Que lo bueno, no debería perderse nunca. Que no me abandoneis aquí, por favor.
Os echo de menos, todo lo echable que puede ser posible. Cuánto se echa de menos una miXta en una terraza en su compañía cuando se está lejos.
Viernes, nuestro día. Unos vinos, unas botellitas de sidra... mucho baile, mucha fiesta. Tómense muchas copas por mí!

Creo que me estoy dando cuenta de que, desde hoy, nada volverá a ser igual. Que algo aquí dentro está cambiando, sin poderlo evitar. Que de lo que salga de aquí éste curso, sea lo que sea, hay que aprender.
No sabeis la compañía que haceis.
Quién sabe, quizás, después de todo, yo también sea alguien para ellos. ¿Os imagináis?