IX

Quizás el verdadero amor sea una decisión; La decisión de jugártela por alguien, de entregarte a alguien sin pensar si te va a corresponder o si te va a hacer daño, o si será el amor de tu vida. Quizás el amor no es algo que te ocurre, quizás sea algo que tú escoges.

martes, 16 de agosto de 2011

Un año más.

He estado pensando en ello mucho tiempo, quizás demasiado, y cuando digo mucho, es mucho. Hablamos de meses. Tantos meses que casi ni lo recuerdo, con todos sus días y sus largas noches.
Hacía tiempo que no me sentaba frente al ordenador a dar rienda suelta a mi cabeza, de esto también hacía, quizás, demasiado tiempo.
Muchas veces me despierto con esa intención, pero se queda tan sólo en eso, en una intención. Débil, frustrada...
Y hoy me siento así, revuelta, confusa, algo dramática. Un café con dos cucharaditas de ánimo no me vendría mal ahora, después de cenar.
No imagináis lo que me cuesta sentarme a hacer esto que hago, sea lo que sea. Lo que sí es verdad, es que puede que sea el mejor momento del día.


Lo que digo, es que llevo mucho tiempo pensando en esto. A veces me siento con fuerza de darlo todo, otros, en cambio, me quiero morir. Puede que esto le ocurra a todo el mundo, pero os hablo de mí.
Me gustaría tanto mirarme y ver alguien con agallas, capaz de apostarlo todo, incluso cuando casi todos los pronósticos sean horribles... pero no, esa no soy yo.
Pasan los días, las semanas, los meses, y todo sigue igual que el primer día.
Pienso, por supuesto que sí, pero ¿de qué sirve? Quizás estaría bien que alguien te dijese de vez en cuando lo mucho que también te piensa, pero no.
¿Saben cuando alguien te regala uno de esos puzzles, y parece que ha de encajar, pero no? No podría explicarlo mejor.
Será que me hago un año más vieja, o será el amor.
Cuando se acerca la hora de soplar una vela más, siempre está bien hacer un pequeño balance de lo conseguido, lo prometido, los fallos, los desengaños.
Cuando de pronto tu destino decide cambiarte la vida, dándole un giro de 180º, sinceramente, es para acojonarse, pero cuando te das cuenta de que éste destino no podía haber escogido un momento mejor, creo que lo agradeces.
He cambiado en todo, y a la vez en nada. Me he sentido orgullosa de mí, y muy traicionada por este corazón que bombea muchas veces por segundo.
He conocido sensaciones, sentimientos, razones, que nunca y digo nunca habían estado dentro de mí, no por lo menos, a la vista. Me he pasado muchas noches en vela, simplemente pensando. He estado en una cama acompañada, respirando el olor de esto que llamamos amor, y me he acostado sola, sonriendo en silencio.
He vivido o quizás padecido, en silencio un montón de pequeños y grandes detalles que han hecho de mí una persona feliz. Debería dar las gracias, pero cómo, imposible.
Otra palabra que me ha perseguido hasta la saciedad, "imposible".
Me he pasado horas mirándole, me he reído y he llorado hasta que las lágrimas me dolían.
Ha pasado un año, calendarios que arrancan sus hojas sin mirar atrás.
Una agenda repleta de pensamientos ocultos, picantes, bonitos y dolorosos.


Me voy.
Me encantaría decirte lo que has hecho de ésta persona, pero soy incapaz.
Duele ver cómo, quizás, algo importante se te esté escapando, y aún así ser incapaz. Hablamos de frustraciones, o quizás, no querer apostar a lo loco.
Mejor, llamémoslo X. Que más da ya, sea cómo sea, o lo que sea.
A estas alturas ya no pido nada, o digamos, que pido poco. Sólo pido, que estés ahí cuando vuelva.
Que me hagas un pequeño hueco entre las sábanas de tu cama, y me invites a un café calentito por la mañana. Que me sigas sonriendo como la haces, y mirándome de esa manera tan tuya, que nadie conseguirá nunca.
Yo, a cambio, no prometo dártelo todo, pero casi.


#9.
Alba Mª Santamarina Pérez.

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