IX

Quizás el verdadero amor sea una decisión; La decisión de jugártela por alguien, de entregarte a alguien sin pensar si te va a corresponder o si te va a hacer daño, o si será el amor de tu vida. Quizás el amor no es algo que te ocurre, quizás sea algo que tú escoges.

lunes, 29 de agosto de 2011

LA LÍNEA.

Hablamos de la línea.
Ésa que nos pone límite en ciertas ocasiones, y que podemos rebasar o no, actuando de manera libre, u obligada, depende del momento.
Ni siquiera recuerdo el momento en que yo misma decidí, ésta vez libremente, rebasarla.
Ocurrió inconscientemente, de manera rápida, casi sin hacer daño.
Llevo tanto tiempo del otro lado de mi línea, que ni siquiera recuerdo cómo era antes.
Hablo de antes de conocerte, o de enamorarme, llámalo X.

En éste lado todo se ve diferente, es como si estuviese viéndolo todo desde el interior de un espejo.
Te veo a tí, cerca. No como te veía antes, tan lejos que ni podía tocarte.
He empezado a acomodarme en éste lado. Ya no veo el vaso medio vacío, como cuando llegué aquí. Ahora lo tengo medio lleno, siempre.
He aprendido en éste lado, que las cosas duelen, que la gente que queremos también se muere, que no todo el mundo dice la verdad y que no siempre se puede ser feliz.
A pesar de todo, he aprendido que por lo que uno quiere hay que luchar, que nadie va a hacer nada por tí, que las castañas de tu fuego has de sacarlas tú misma. Que nada ni nadie debe tener el privilegio de borrar una sonrisa de tu cara, y que lo mejor de estar triste, es reírte de ello al día siguiente.

Creo que no me apetece salir de éste lado, porque las cosas aquí son más felices. Porque ahora te miro a tí, y te veo. Veo todo lo que haces, incluso lo bueno.
Claro que las cosas duelen, que la vida es dura, y que hay que levantarse millones de veces, pero parece que si lo hago cerca de tí, la cosa cambia.
¿Y por qué no hablamos de lo bonito que es hacer feliz a una persona casi sin querer? Si supieses que sólo esos ojos me hacen sonreír tímidamente, que sólo contigo me pongo nerviosa...
Ojalá no me mueva nunca de éste lado, y ojalá que tú tampoco.

#9.

No hay comentarios:

Publicar un comentario