Si quieres cantar, canta.

Después de tanto, ya creía que el amor era una falacia de soñadores con esquizofrenia paranoide.

Pero no.

A veces, la vida te sorprende, te manda un chute de casualidad para que sigas creyendo en ella. Y lo consigue. Cuando menos te lo esperas, cuando la ilusión está relajándose en una playa en las Bahamas, ocurre. Conoces a alguien capaz de erizarte la piel con solo una mirada. Sientes que llevas conectado a sus ojos desde mucho antes de aparecer. Y sonríes. Cuánto hacía que no. Cómo explicar con palabras algo inexplicable, lo que sientes tan dentro. Imposible. Imposible demostrarle al mundo que la vida puede traerte a veces personas buenas, que el Destino tenía preparado esto desde hace tanto. Lo ha hecho. Me ha devuelto la ilusión, me ha hecho volver a creer en cosas increíbles. Ha conseguido en un día lo que nadie en años. El que me hace ver el vaso medio lleno, ser positiva, y creer, sobre todo creer. La ilusión que me hace sonreír cada mañana, cada noche. Cada hora.

Por el que esperaré lo que haga falta. Para estar.

Hoy vuelvo a creer que el amor de verdad existe. Lo tengo en mis manos. 

SI QUIERES CANTAR, CANTA.